Normalmente, cuando nos hablan de adicción tendemos a pensar en drogas o alcohol. Pero no solo estos productos pueden causar adicción, también pueden crearla los videojuegos. Algunos síntomas son la preferencia por quedarse en casa jugando en vez de salir a la calle y también el fracaso escolar. Esta adicción suele darse en los niños.
En mi opinión, para evitar esta adicción, los padres deberían restringir el uso de las videoconsolas a sus hijos, y solamente permitir a los hijos el uso en días y tramos de tiempo determinados, o únicamente permitir su uso como premio por realizar todas sus tareas, pero sin obligación, por su propia voluntad, porque si no, estaríamos de nuevo en el principio: el niño vive encadenado a la necesidad de jugar, y solo por eso realiza las tareas. O simplemente no permitir su uso bajo ningún concepto, hasta que el niño demuestre que no tiene necesidad de jugar para encontrarse a gusto. En última instancia, se debe contactar con un profesional. Desde mi punto de vista, esta adicción debe ser tratada igual que las otras adicciones al alcohol o a las drogas, porque si no se trata, obtendremos del niño a un “zombi de los videojuegos”. También se debería tener en cuenta el comportamiento de los padres ante la adicción. Muchas veces se presenta una actitud pasiva ante eso. Esta actitud debe corregirse dado que no es bueno para el niño pasar mucho tiempo en la videoconsola sin que se le diga nada, porque solo acrecentará la adicción, y cada vez estará jugando más y más tiempo.
Para concluir, pienso que la adicción a los videojuegos debería tratarse con la misma intensidad con la que se tratan las adicciones al alcohol o las drogas.
Julio Castillo
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